Rafael Soto es un maestro

Rafael Soto Moreno ha dicho siempre que con las piernas no se torea y es cierto. Pero también es cierto que cuando no se torea con los brazos, las extremidades inferiores son necesarias para emprender carrera veloz con el toro detrás. Y Rafael de Paula no tiene facultades para ello.

Es muy difícil verle torear y cuando no torea, tiene que correr y como no puede, sólo Dios y alguna ayuda evitan la cornada. Espartaco tiene facultades, es joven, ágil y además resulta que durante cinco años la afición española le ha colocado como número uno de los toreros.

Por algo será y por esa razón cortó dos orejas en Las Ventas. Así sucedió en el Festival a beneficio de las víctimas del terrorismo. 

Un festival con cartel de lujo en el que Antoñete recordó su toreo, Curro Vázquez hizo meritoria faena, Ortega Cano no se acopló con su toro y Fernando Cámara apuntó detalles. Las facultades del toreo faltaron en las dos primeras faenas, las de Antoñete y Paula. Antoñete, que pensó que iba a hacer el paseillo con matadores retirados, dio la cara en Las Ventas.

A pesar de estar retirado lanceó a la verónica con gusto al toro de Sayalero saliéndose hacia los medios. El animal, corto en banderillas por el pitón derecho, no fue fácil. El maestro de Madrid no está para darse coba, pero bordó las trincheras y dos naturales. Como no era cuestión de tragarle lo despachó de estocada delantera y seis golpes de verduguillo. Lo de Paula fue el rosario de la aurora. El hombre andaba como podía por la plaza. Con el capote sólo hizo que espantarle las moscas de las orejas al toro, y lo mismo hizo con la muleta. 

Alguno se preguntaba si era que le apretaban los botines o sucedía que tenía un poco de «jinda». Paula logró correr al entrar a matar la primera vez. Luego, con los subalternos cerca, entró por segunda vez al trote, el animal hizo hilo y le pisoteó tras breve carrera.

A la tercera el toro le cogió en tablas, ya que el de Jerez no pudo tomar el olivo. Salió Chenel a descabellar al toro mientras que Espartaco se llevaba a Paula al callejón y de allí a la enfermería. Paula debería meditar sus opiniones: las piernas son necesarias. 

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