El servicio de publicación de vídeos YouTube sufrió ayer por la tarde un apagón después de que dos polémicas grabaciones de supuestas conversaciones durante una reunión de altos cargos sobre seguridad nacional salieran a la luz. En las conversaciones, presuntamente, se discutía la posibilidad de lanzar un atentado de falsa bandera para forzar una intervención militar en Siria.
La cita tuvo lugar, según el periódico local Radikal, el 13 de marzo pasado. En ella, informa, participaron el jefe de la Inteligencia turca, Hakan Fidan; el ministro de Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, su vicesecretario; y el número dos del Estado Mayor. Davutoglu certificó ayer que lo registrado se corresponde con ese encuentro. Sin embargo, advirtió, la cinta estaba "distorsionada". No quiso entrar en detalles.
En el audio, publicado en YouTube, los presentes discuten sobre asuntos que atañen a la defensa de la soberanía nacional turca. En un instante se plantea la posibilidad de provocar un atentado en suelo turco para forzar un ataque a Siria. "Si es necesario, enviaré a cuatro hombres a Siria. Podríamos provocar un caso de guerra lanzando un misil", propone presuntamente Fidan.
Uno de los lugares cuya posibilidad de ataque surge supuestamente en el curso de la cita es la tumba del Sha Solimán. Este enclave, al norte de Siria y a 25 kilómetros de la frontera con Turquía, es posesión turca desde hace casi un siglo. Tres decenas de soldados de Ankara la guardan. Hoy, éste es uno de los rincones más amenazados por los combates en suelo sirio.
Tayyip Erdogan, que no cambió su agenda pese a la controversia generada, calificó lo ocurrido de "inmoralidad" y "villanía". Davutoglu exigió el "máximo castigo" para los "traidores" que filtraron los diálogos. "Es abiertamente una declaración de guerra contra la República de Turquía", declaró el titular de Exteriores, que aseguró que en la cita sólo se planteaban cómo proteger la tumba del Sha Solimán.
Una semana después de bloquear la red social Twitter las autoridades cerraron también YouTube, donde se colgaron las supuestas filtraciones de conversaciones que vinculan a Erdogan y su entorno con prácticas corruptas. Anoche, la cadena NTV anunció que el Consejo Supremo de Radio y Televisión pedía un silencio mediático sobre la cuestión de las grabaciones para proteger la seguridad nacional.
Según la agencia Reuters, enviados de la empresa Google, propietaria de YouTube, se vieron ayer en Ankara con representantes de la Administración para hablar sobre la prohibición. A la misma hora, la Fiscalía abrió una investigación por espionaje. Radikal informó de búsquedas, en sede oficial, de los dispositivos con los que se podría haber registrado la reunión.
A dos días de las elecciones municipales, Erdogan se encuentra con un escenario crítico. Varias encuestas del Fondo Marshall Alemán de EEUU, una entidad de investigación sociológica, revelan que más de la mitad de los turcos se opone a una intervención de su país en Siria. Erdogan gobierna con algo más de un 49% de votos. Así, parte de sus votantes estaría en contra de los planes supuestamente planteados en aquella cita.
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