Kate Beckinsale está más segura de si misma que nunca

Del gesto dulce, las formas femeninas y los cantos shakesperianos, Kate Beckinsale (Londres, 1973) ha terminado por acostumbrarse al sórdido mundo de los patadones aéreos y la acción más previsible y hollywoodiense para ganarse la vida. Así son las cosas en la meca del cine, una industria capaz de transformar en una máquina de matar a una mujer que nunca en su vida había pasado por un gimnasio. Con Underworld: El despertar, la actriz renueva su apuesta por el género (este año estrena también el remake de Desafío Total), y por una saga fantástica que ha calado hondo en los espectadores.

El éxito la respalda, pero ¿no le sorprende que la sigan llamando para papeles de acción?

KATE BECKINSALE. Totalmente. Sigue siendo muy extraño que me ofrezcan todos estos papeles después de haber hecho personajes románticos, de Shakespeare. Ni siquiera había hecho películas americanas antes de entrar en el género de acción, en parte por ser tan inglesa y delicada. Supongo que es raro por el hecho de que no crecí viendo esta clase de títulos y que ni siquiera fui deportista o particularmente atlética. ¡Me siento como un completo fraude! (risas) Pero parece que se me da bien, lo que es una auténtica revelación para mí.

Y la violencia extrema del personaje, ¿no le molesta?

En realidad, no mucho... Debe ser porque es la tercera vez que trabajo con este personaje, por lo que ya estoy acostumbrada al hecho de que no se controla cuando la incordian.

¿Ha sido más duro este que otros rodajes de acción? Aparentemente, el desgaste ha resultado mayor.

Hice mucho entrenamiento para la primera película, porque me di cuenta en ese momento de que no me había movido en toda mi vida (risas). Y es terrible, porque quisieron ver cómo corría y fue extraño.

¿No le gustaría moverse más en otros géneros?

No tengo tanto control sobre lo que hago. Mi ámbito natural son los dramas independientes y me gustaría hacer más comedias, pero no encuentro papeles tan brillantes como los de Bridesmaids. Pese a todo, esta es un oportunidad extraordinaria muy lejos de lo mío.

¿Le puede la presión de los 40, cuando muchas actrices empiezan a importar menos en Hollywood?

Creo que no me siento todavía en el alambre ni con calores. Estoy segura de que me llegará, pero de momento vivo en mi propia burbuja y no me preocupo por el futuro. Me siento más segura de mí misma que en el pasado.

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