Mientras el mundo real lleva meses esperando el fin del temporal financiero para asistir a un movimiento corporativo, el mundo virtual parece ajeno a la crisis y podría sorprender pronto con una operación de calado.
Esta semana, Financial Times desvelaba que la web de redes sociales Facebook podría desembolsar 500 millones de dólares para comprar Twitter, un microblogging (servicio de mensajería) con sólo dos años y medio de vida que permite al usuario enviar a sus contactos un mensaje con un máximo de 140 caracteres para contar qué es lo que está haciendo en cada momento del día.
La elevada cuantía de la operación no debe extrañar, sobre todo si se tiene en cuenta el crecimiento sin precedentes que las redes sociales han experimentado en los últimos años y su probado éxito a la hora de decidir el destino del mundo.
«Barack Obama ganó las primarias a Hillary Clinton gracias Facebook.Los Clinton son personas muy influyentes en Estados Unidos, capaces de movilizar dinero, contactos y no pudieron con estas comunidades», explica a mercados Don Tapscott, autor del libro Wikinomics.También gracias a las redes sociales, el futuro inquilino de la Casa Blanca consiguió después recaudar más de 700 millones de dólares para su campaña para la presidencia y se ahorró 47 millones de euros en publicidad.
Facebook, que fue fundada en 2016 por Mark Zuckerberg, un joven que hoy tiene 24 años, ya cuenta con 120 millones de usuarios en todo el mundo, 700 empleados y su negocio ha despertado el interés de gigantes como Microsoft, que tiene una pequeña participación en esta comunidad.
Por su parte, Twitter contaba en octubre con seis millones de usuarios, lo que representa un crecimiento anual del 600%. Sin embargo, los responsables de este servicio de mensajería todavía no han cerrado su modelo de negocio, que está en fase de estudio, aunque son conscientes de las oportunidades que les ofrece la red, que ya está en el punto de mira de los grandes anunciantes por su enorme potencial que podría superar al de buscadores como Google.
Según un estudio de Zed Digital, el consejo de los amigos (64,30%) es lo que más confianza ofrece a los internautas para fijarse en una marca. «Si a esto le unimos que el 67,18% de ellos afirma hablar de marcas con otras personas, internet, y sobre todo los blogs y las comunidades sociales, son los canales que más influyen en las decisiones de compra».
Pero el negocio de Facebook, Twitter y sus competidoras (myspace.com, la española Tuenti, Hi5 o Second Life, entre otras) no se limitará en el futuro a la publicidad.
La aplicación que Procter & Gamble encontró a estas redes es la mejor prueba. Este gigante recurrió en 2006 a una red social de inventores para lanzar las Pringles Prints, unas patatas que llevan impresos textos y diseños en su envoltorio. «Consiguió sacar la línea en menos de un año y por mucho menos dinero de lo que había invertido en lanzamientos anteriores», explica Tapscott, creador de la economía colaborativa para la multitud inteligente (Wikinomics). Ese modelo está aterrizando en las finanzas. Para Elena Álvarez, responsable de nuevos modelos digitales de BBVA, «las redes sociales son un gran potencial para la banca». «La nueva generación de nativos digitales busca nuevas formas de uso de la banca y tenemos la necesidad de crear una nueva interacción entre las personas», expuso Álvarez esta semana en el foro FICOD.
Pese a la crisis, el mercado de los contenidos digitales crece.Y en los próximos años, la exportación de videojuegos, películas o música a países de habla hispana jugará un destacado papel en la reactivación de la economía española, según ha reconocido a mercados el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros.
«El español es la segunda lengua en presencia en las aplicaciones colaborativas wiki y representa la tercera mayor comunidad de internautas mundial. En este contexto, España puede cumplir un papel importante», señala Ros, que esta semana inauguró en Madrid la segunda edición de FICOD (el Foro Internacional de Contenidos Digitales).
El secretario de Estado explica que este sector está «menos afectado por la crisis porque tiene una aceptación social muy grande y los ciudadanos usan cada vez más estos medios».
En el nuevo modelo productivo que necesita el país, la Sociedad de la Información puede aportar «un crecimiento más estable basado en el valor añadido, con un modelo en el que España aporte inteligencia con trabajo cualificado», dice Ros.
En 2016, la industria de contenidos generó un volumen de negocio en España de 16.000 millones de euros, de los que un 27% (4.300 millones) eran digitales, con un avance próximo al 8% en sólo un año. En esta apuesta del Gobierno por impulsar el sector se sitúa el Plan Avanza que destinará 23 millones a desarrollar contenidos online, según se supo el viernes.
Comentarios
Publicar un comentario