Como encadenar al hombre de tu vida

Consultas de sexo («¿mi frigidez se debe a su inexperiencia?») o de jardinería (podar, injertar, cambiar de tiesto, ¿ya?), cómo mantener limpio al gato y conservar cerca al marido, cómo encadenar al hombre de su vida haciéndole olvidar, vía estomacal, a la madre y cómo mantenerse esbelta, cómo convencer al esposo de que deje de darse el «floïd» de siempre e iniciarse en un gel desincrustante o una emulsión facial, qué hacer, doctor, con el niño que no me come, qué hacer, psicólogo, con el niño que no me estudia.... 

Todo eso y más por veinte duros, más o menos, desde Estar Viva, por trece duros, a Mía, por algo más, veinticinco duros, y las dos, controlando el segmento lector correspondiente, del grupo alemán Gruner + Jahr, pasando por Mucho Más, veinte duros, de un grupo alemán también, Axel Springer. 

A contenidos similares, la diferencia de precio, insignificante como es, determina la calidad y los contenidos. Papel peor el de Estar Viva, pero en él, a mucho color, como el resto, contenidos muy diferentes, desde las madres de los famosos a las memorias de Margarita Landi, la reportera de sucesos que pipa en boca nos recuerda su anecdotario de crímenes. En Mucho Más, un caballero grancanario duda, en carta a la psicosexóloga Monserrat Calvo, que la mujer -la que escribió semanas atrás en la revista- pueda tener tantos orgasmos diarios, sin la ayuda del marido («no dudes -contesta la especialista- que una señora pueda alcanzar el número de orgasmos que desee por masturbación...»). 

En esta revista, Mabel González cuenta de qué se habla y Gervasio Pérez está «al tanto» -así se llama su sección- de lo que es noticia. Más, en las tres, no se puede dar por menos.

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