Los tablets pc

No hay casi nada que surja por generación espontánea, al menos en la industria tecnológica. ¿El primer móvil? ¿Acaso Motorola no trabajaba en el sector de las telecomunicaciones? Podríamos jugar a la teoría de unir los puntos: una vez que ha ocurrido algo, retrocedemos en el tiempo y buscamos antecedentes. Pongamos como ejemplo el iPad.

Entre el iPad 2 y el original no hay que hacer el ejercicio. Pero si buscamos un poco más allá, en 2006, quizá hallemos un punto: Q1, de Samsung, una especie de ordenador portátil con una pantalla táctil de siete pulgadas desarrollada por Microsoft. Pesaba 800 gramos y tenía auto nomía de tres horas. Sólo un año antes, en 2005, Nokia había despistado a la prensa con un dispositivo móvil que no servía para hablar. Entonces, ¿qué era? Se llamó Nokia 770 Internet Tablet y se diseñó para navegar por la web. Se enganchaba a las redes WiFi y tenía una pantalla táctil que se utilizaba con puntero.

Tanto el iPad de Apple como su competencia comparten denominación genérica: son tabletas. Saltemos a 2001. Las Vegas, Feria Comdex, Bill Gates fue el protagonista. Ese año, el líder de la mayor compañía de software tenía un juguete nuevo. Era el turno de los TabletPC y Microsoft había rediseñado su sistema operativo para que fuera el corazón de esos equipos con pantalla sensible a un lápiz electromagnético. Un año después, llegaron los primeros. ¿Triunfaron? Los fabricantes se esforzaron, pero abrieron brecha en unos pocos nichos de mercado. Al menos, en el nombre coinciden: son tablets.

Cambiamos de siglo. 1989. Aparece el GRiDPad, diseñado por Jeff Hawkins, fundador de Palm. Era una pantalla de 10 pulgadas en blanco y negro y un puntero unido por un cable. Pese a rondar los 3.000 dólares, tuvo su buen momento de ventas, pero turbulencias empresariales acabaron con el incipiente Pad. Bueno, fuera de la compañía de la manzana, porque Apple ha rumiado la idea de una tableta desde hace casi 30 años. No era un iPad ni se acercaba a lo que hoy entendemos por tableta. 

El primer proyecto, de 1983, -Bashful- no llegó a realizarse, pero insistieron con otro diseño en el 85 (BookMac). Y en el 89, Figaro. Y en el 92, Penlite. Y Bic en 1993. Y ese mismo año, Newton, que salió al mercado, pero fracasó. Siguiendo la teoría de unir los puntos, podría ser que Apple se inspirara en Apple para su iPad. De hecho, Steve Jobs estaba allí en los 80. Fundó la compañía con Steve Wozniak en 1976 y no fue despedido -para regresar 12 años después- hasta 1985, cuando se estaba diseñando el Bashful.

Hay aún otro padre de la idea. Alan Kay, que en 1968 definió, dibujó y diseñó el Dynabook. El concepto tampoco era el de una tableta, sino que había descrito un TabletPC. El problema es que durante mucho tiempo no existió la tecnología para fabricarlo, pero dio origen al Alto, de Xerox, quizá el primer ordenador con interfaz gráfica. Antes de que Apple lanzara sus Macintosh. Pero esa es otra historia.

¿Y cómo serán las tabletas del futuro? Llevamos décadas estudiando el papel electrónico flexible, un soporte que se pueda enrollar y mostrar imágenes en movimiento. ¿Problema? Siempre se necesitará una batería, un procesador, un módulo de memoria… Y todo eso es sólido y no se puede enrollar. ¿O sí? Bien, se están investigando dispositivos electrónicos alimentados con la energía que genera el propio individuo, los procesadores son cada vez más pequeños...

Por otro lado, estamos inmersos en el 3D y la holografía es de lo más 3D que hay, pero aún necesita de un soporte físico sobre el que proyectar la imagen, que no se puede generar en el aire. ¿O sí? ¿Se imagina haciendo gestos en el aire? No es tan raro: así se usa Kinect, el sistema de control de la Xbox de Microsoft.

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