El padre del ADN informático

Sin el lenguaje que inventó en 1969 Dennis Ritchie hoy no existirían ni Mac ni Google ni la mayoría de programas de Microsoft. Pero, pese a la importancia de su hallazgo, el ingeniero neoyorquino, ya jubilado, murió solo en su casa unos días después de Steve Jobs sin tragedias nacionales ni declaraciones solemnes del presidente de EEUU.

Los expertos coinciden en que Ritchie fue el primer gran revolucionario de la era digital con el código conocido como lenguaje C (el anterior fallido se llamaba B). Junto a otros colaboradores, diseñó Unix, en el que se han basado después Linux y otros sistemas abiertos con los que, además, se han podido desarrollar programas fuera de las restricciones de Microsoft o Apple.

«Si Jobs fue un maestro arquitecto de rascacielos, Ritchie y sus colaboradores inventaron el acero», explicaba ayer el profesor James Grimmelmann, ex programador de Microsoft. El lenguaje C es la raíz de casi cualquier herramienta para crear un software o una página web. Todos los códigos actuales, como Java, se basan en el C.

Ritchie no vestía de negro impecable ni solía llevar jerseys de cuello alto. Lo suyo eran más bien las camisetas cómicas y el pelo largo y descuidado. Tampoco tenía ambiciones de construir un gran imperio informático ni ganas de dirigir grandes equipos, echar broncas y abrir guerras personales para llegar a lo más alto. Ritchie, que trabajó cuatro décadas en el mismo laboratorio de investigación informática, gastaba bromas a su equipo pese a los premios y honores en Japón o en Washington de manos de Bill Clinton. Una vez montó un show hasta con magos disfrazados para hacer creer a su jefe, un premio Nobel, que había inventado un software de voz bromista. El vídeo está hoy en YouTube.

La fama nunca fue su objetivo, incluso la consideraba un obstáculo. «El gran peligro para la buena investigación informática hoy podría ser la relevancia excesiva… Otro peligro es que la presión comercial desvíe la atención de los mejores pensadores de la verdadera innovación por la explotación de la moda del momento», advertía en un libro sobre Unix.

Ritchie nació en un suburbio rico de Nueva York en una familia acomodada para los años 40. Su padre tenía un trabajo fijo en los Laboratorios Bell, una división de investigación de la gran telefónica, que pasaría con los años de AT&T a Alcatel-Lucent. Dennis estudió Física y Matemática Aplicada en Harvard y se apasionó por la informática y los primeros ordenadores en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Llamó la atención de un centro de investigación militar, Sandia, que lo fichó para estudiar el desarrollo de armas, aunque aquello no duró. «Era casi 1968… hacer bombas atómicas para el Gobierno no parecía que encajara mucho con el aire de los tiempos», ironizaba en una entrevista en 2001.

Terminó en el mismo laboratorio que su padre, aunque llegó con nuevas ideas. Con su colega Brian Kernighan, escribió el manual de referencia El Lenguaje de Programación C en 1978, el primer best seller informático en todo el mundo. Sus compañeros de éxito acabarían pasándose a Google y otras empresas, pero Ritchie siguió fiel al lugar donde se encontraba a gusto hasta la jubilación, en 2007.

Nunca se consideró un revolucionario ni un héroe de garaje como Jobs o Bill Gates. De hecho, su investigación concienzuda no se hizo en ninguna habitación improbable, sino dentro de una gran empresa, entonces el símbolo del monopolio. Aunque justamente ahí descubrió el código que ha servido para crear los programas abiertos y para diversificar el mercado durante muchos años después.

Trabajaba hasta tarde en su laboratorio y tenía aspecto de científico despistado, pero sus amigos lo describen como un lector interesado por todo y un bromista sonriente. Nunca se casó y vivía solo. Sufría un cáncer de próstata y problemas cardiacos. Su cadáver fue encontrado en casa el fin de semana pasado.

Dennis Ritchie, ingeniero informático, nació el 9 de septiembre de 1941 en Bronxville (Nueva York) y murió el 8 de octubre de 2011 en Berkeley Heights (Nueva Jersey).

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