Vestir al revés en los 90, llegó a ser tendencia. La culpa la tuvo el dúo de hip hop Kriss Kross. Pero, era puro marketing, una forma de llamar la atención y mostrarse diferentes. Todas las tendencias, de épocas pasadas, resurgen como el ave fénix que adopta, en el mundo de la moda, diferentes formas: pantalones de campana, colores flúor y, lo próximo, la estética de los años 20, que pisará fuerte en las próximas colecciones. Pero, sin lugar a dudas, si me tengo que quedar con una tendencia es la que se puso de moda el pasado viernes: llevar la ropa al revés.
Y es que, durante toda la semana, las redes sociales han echado más que humo. Un grupo de 25 ONG's, bajo el nombre de Somos, unidos para cambiar el mundo, lanzaron una campaña que nos invitaba a todos a ponernos cualquier prenda al revés. Emilio Aragón, Ana Pastor, Paco León, Judit Mascó, Paula Echevarría o Bisbal, cada uno de ellos miembros de algunas de las entidades que integraban la campaña, se sumaron luciendo su prenda al revés. El objetivo, ponerse en el pellejo de los que lo están pasando mal, y dirigida a personas que forman parte de alguna institución humanitaria, para que cunda el ejemplo. Así, que si ha visto a alguien en esta tesitura, no estaba loco. Simplemente, ha tenido un gesto de solidaridad con la pobreza. Ojalá, este tipo campañas que, algunos observan con escepticismo, sirvan para algo, porque no son más que una pataleta, que busca reacción y compromiso, ante las adversidades que están atravesando muchas familias al borde de la pobreza más absoluta. De esto, sabe mucho Cruz Roja.
La institución solidaria aprovechó uno de sus actos más importantes, que es la conmemoración de su día mundial, para hacer un llamamiento de emergencia y solicitar la máxima colaboración de ciudadanos, empresas, instituciones y administraciones para, así, ayudar a tantas personas como sea necesario. El presidente provincial, Emilio Bascuñana, en su alentador y emotivo discurso animó a los presentes porque «ahora más que nunca necesitamos vuestra ayuda».
Los exteriores de las nuevas y excepcionales instalaciones de la entidad, en el PAU 1, acogieron el evento al que acudieron más de 600 personas. Allí no había nadie vestido al revés (aunque me consta que a lo largo del día muchos fueron enseñando etiqueta y talla). Todos iban vestidos para la ocasión, como Mónica Díaz, de blanco, espectacular, o Carla Vera, a la que sorprendieron sus compañeros en el turno de reconocimientos. Sin duda, merecido, aunque ella piense lo contrario.
Uno de los momentos más importantes fue cuando Mónica Díaz, secretaria provincial de Cruz Roja, entregó las distinciones a 40 personas y entidades que han colaborado con la entidad durante todo el año. Pero, el momento más emotivo, la entrega de medallas a título póstumo, de plata, a Octavio Benavente y Diana Jabaloy y, de oro, al empresario Jesús Navarro, de Carmencita, que recogieron sus hijos, Mª Jesús y Toni. También, entre otros muchos homenajeados, las medallas de plata las recogieron la Fundación Banco de Alimentos, Cáritas, Fega, Ausonia & Arbora, Escuela Profesional CRE y Rafael Almagro.
Además de muchos voluntarios y socios, muchas caras conocidas de la sociedad alicantina acudieron a la conmemoración. Entre los asistentes, la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor; la directora general del menor, Carolina Martínez; la concejal de Acción Social, Asunción Sánchez Zaplana; Antonio Luis Martínez Pujalte, teniente de alcalde de Elche; la alcaldesa de Novelda, Milagrosa Martínez; la portavoz municipal socialista, Elena Martín; el alcalde de Villena, Francisco Javier Esquembre; el jugador del Hércules, Sergio Díaz; Ezequiel Romero, teniente de la Guardia Civil; Jaime Valcaneras, de Cáritas; y Ramón García, de la Fundación Banco de Alimentos, entre otros muchos que acudieron al evento que, como bien dijo su presidente, Emilio Bascuñana, quedó «resultón».
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